¿Qué son los aditivos en los lubricantes?

 

Los aditivos son sustancias cuya principal función es mejorar las propiedades del material base del lubricante en diferentes condiciones de operación y los requisitos de alto rendimiento de cualquier maquinaria. 

Se trata de componentes químicos que deben mezclarse bien con el aceite base para funcionar en conjunto como un fluido único. Esto generalmente se logra gracias a que los fabricantes de aditivos venden varios de ellos combinados en un paquete y diluidos con un aceite base a una concentración más alta. Luego, el fabricante del lubricante dosifica el paquete de aditivos en la mezcla de lubricantes a una tasa de tratamiento adecuada para lograr el rendimiento deseado. 

La concentración de varios aditivos está restringida por varios factores, por ejemplo, su función principal, su comportamiento sinérgico o antagónico con otros aditivos y las regulaciones establecidas por los organismos industriales.

Así, los aditivos para lubricantes se pueden clasificar en varios tipos de acuerdo con las funciones de mejora del rendimiento y extensión de vida útil que estén destinados a cumplir. Existen los aditivos protectores de superficies, por ejemplo, los antidesgaste, de presión extrema, inhibidores de corrosión, detergentes y dispersantes. Otros realzan las propiedades existentes en el lubricante, por lo que se conocen como aditivos de rendimiento. Los mejoradores del índice de viscosidad, los modificadores de viscosidad, los modificadores de fricción, los depresores del punto de fluidez pertenecen a este tipo. También existen los aditivos protectores de lubricantes; es decir, que contrarrestan los efectos negativos o cambios que se producen durante la vida útil del lubricante, por ejemplo, los antiespumantes y antioxidantes. 

Depresores del punto de fluidez: Estos aditivos reducen el punto de fluidez del lubricante, es decir, hace que permanezca en estado líquido y mantenga su fluidez a temperaturas más bajas, en comparación a cuando actúa sin estos aditivos. 

Mejoradores del índice de viscosidad: Son aditivos que evitan que el aceite pierda su viscosidad a altas temperaturas, lo cual es una tendencia natural de cualquier líquido. Estos aditivos están disponibles en todas las formas, tamaños y calidades 

Agentes antidesgaste: Estas sustancias previenen el desgaste de dos cuerpos de las contra superficies metálicas en el régimen de lubricación límite donde el espesor de la película es pequeño y hay contacto aspereza-aspereza. Son aditivos de naturaleza polar, lo cual les permite adherirse a las superficies metálicas seguidas de reacciones triboquímicas o mecanoquímicas para formar una película antidesgaste. Esta película recién formada sufre desgaste y formación en las capas superiores, protegiendo así la superficie metálica subyacente. Como estos aditivos forman películas por reacciones químicas, se desgastan y la cantidad de aditivos antidesgaste presentes en el lubricante se reduce con el tiempo. 

Antioxidantes: También conocidos como inhibidores de oxidación, evitan dicho proceso en los componentes del aceite base aumentando la vida útil del lubricante. La oxidación de las moléculas del lubricante ocurre a todas las temperaturas, pero a temperaturas más altas, se acelera. La presencia de partículas de desgaste, agua y otros contaminantes también promueven la oxidación de las moléculas del lubricante, lo que conduce a la formación de ácidos y sedimentos. Los ácidos pueden causar además corrosión en las partes metálicas mientras que la formación de lodos aumenta la viscosidad del lubricante. Casi todos los aceites y grasas lubricantes contienen aditivos antioxidantes. 

Antiespumantes: Son aditivos que evitan que el lubricante forme espuma, o bien,  aceleran el colapso de la espuma si es que se forma. La formación de espuma ocurre debido a la mezcla constante del aceite con el aire u otros gases que conducen al atrapamiento de aire. La espuma interrumpe el enfriamiento de las piezas, ya que no es un buen conductor del calor. Reduce la capacidad de carga y el flujo de lubricante, lo que provoca un desgaste excesivo del motor. 

Modificadores de fricción: Se utilizan en el aceite de motor y en el aceite de transmisión para alterar el coeficiente de fricción que se experimentaría entre las partes deslizantes cuando solo está presente el aceite base. La reducción de la fricción da como resultado una mejor economía de combustible. 

Detergentes: Los aditivos detergentes mantienen las superficies libres de depósitos y neutralizan los ácidos corrosivos formados por la oxidación. Estas moléculas son bases químicas que consisten en un sustrato polar y un óxido o hidróxido metálico 

Dispersantes: Se utilizan principalmente en el aceite de motor junto con los detergentes para mantener las superficies de los motores limpias y libres de depósitos. Los dispersantes mantienen las partículas de hollín insolubles y los precursores de depósitos en el motor de combustión interna finamente dispersados ​​o suspendidos en el lubricante incluso a altas temperaturas. Estas partículas suspendidas se eliminan posteriormente mediante filtración de aceite o cambio de aceite. 

Inhibidores de corrosión y herrumbre: Son aditivos que reducen o eliminan el óxido y la corrosión al neutralizar los ácidos y formar una película protectora, ya sea adsorbida o unida químicamente a las superficies metálicas. La adsorción preferencial del componente polar en la superficie del metal forma la película protectora que evita que los materiales corrosivos, como los ácidos orgánicos, alcancen y ataquen el metal. 

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