¿Cómo incrementar la productividad en el rotomoldeo?

El rotomoldeo se utilizó por primera vez en el año 1920. Teniendo por objetivo producir piezas de plástico, esta técnica consiste en introducir un polímero en estado líquido o en polvo dentro de un molde que, al girar en sus dos ejes perpendiculares entre sí, adhiere el polímero a la superficie interior del molde, creando piezas de plástico huecas.

Fue hasta 1980 con la introducción del policarbonato, polietileno y nylon que se encontraron nuevas formas de producir piezas plásticas de todo tipo de formas y colores, estos nuevos materiales permitieron la producción de piezas para elaborar semáforos, juguetes infantiles, piezas industriales, herramientas, muebles y muchos otros objetos.

En la actualidad, la mayoría de los fabricantes utilizan polímeros de alta, media o baja densidad como insumo principal para la producción de piezas plásticas, que en ocasiones son combinados con otros materiales como el nylon para darles más dureza u otras propiedades específicas.
La gran ventaja del rotomoldeo es que el molde no necesita ser creado para resistir presiones elevadas como en la construcción de piezas plásticas por presión.

Aquí se utiliza la rotación del molde y el calor para dar forma a los productos, además, la inversión inicial para producir con esta técnica es mucho menor, ya que no implica la adquisición de máquinas complejas y costosas.

El rotomoldeo requiere de 4 pasos básicamente:

• En la CARGA se introduce el polímero en el molde
• En el CALENTAMIENTO los moldes giran en sus dos ejes mientras son calentados, de esta forma el material en su interior se derrite y comienza a tomar la forma del molde
• Los moldes son sacados del horno para entrar a la fase de ENFRIAMIENTO, en la que continúan girando por unos cuantos minutos más, hasta que se les permite enfriarse a temperatura ambiente, o bien, con la ayuda de ventiladores  
• Una vez que las piezas se han templado, se procede al DESMOLDE, que es la separación de la nueva pieza del molde.

Como vemos, la práctica del rotomoldeado es de baja dificultad. Sin embargo, existen algunas consideraciones que deben tomarse en cuenta para aumentar su productividad.
Por ejemplo, dada la naturaleza de este proceso el molde se ve expuesto a altas temperaturas y alta erosión en sus piezas, sobre todo en las giratorias.

Es importante que el molde y su sistema de rotación de se encuentren siempre con los niveles de lubricantes que le permitan una rotación de las piezas suave y fluida, para que el polímero dentro del molde replique a detalle su forma.

El aceite debe resistir las altas temperaturas del horno y el estrés generado por la rotación constante y prolongada durante el proceso de rotomoldeo.

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