Sector automotriz y la industria de la automatización

 

No es necesario estar inmerso en el mundo industrial para haber escuchado por lo menos alguna vez el término automatización industrial. De hecho, se trata de un concepto que ha ido adquiriendo fuerza y popularidad durante los últimos años, principalmente gracias a los beneficios que aporta en cualquier cadena de trabajo.

La automatización industrial se refiere, en pocas palabras, al uso de tecnologías para el control, supervisión y operación de procesos industriales, aparatos, dispositivos o máquinas que normalmente automatizan funciones repetitivas o cíclicas que permite reducir el riesgo de error humano.

En cualquier industria existen procesos que resultan monótonos, molestos, tediosos o fatigosos para los operadores humanos, que se pueden realizar 100% por máquinas, lo cual beneficia no sólo a los empleados por brindarles tareas de mayor reto y mantener su interés laboral alto; también reduce el estrés y la fatiga, además los protege de tener que desempeñarse en lugares contaminantes, tener que manejar elementos tóxicos o estar en áreas de riesgo.

La automatización como tal no es un concepto nuevo. Desde la prehistoria el ser humano ha utilizado herramientas y maquinaria para facilitar sus labores y tareas. Fue durante la revolución textil cuando hubo un gran avance en la industria de la automatización, y a la par del desarrollo tecnológico, las máquinas fueron tomando mayor protagonismo en las cadenas de producción

La industria automotriz siempre ha liderado cuando de automatización de cadenas de producción se trata. Continuamente desarrollan e implementan nuevos procesos de fabricación y ensamblaje a través de tecnologías innovadoras que se adoptan en las fábricas. Buscan mejorar su competitividad en el mercado a través de sistemas de producción flexibles e inteligentes que reduzcan costos y aumenten la calidad de sus productos.

Con la implementación constante de tecnologías y automatización de procesos en la industria automotriz, hoy en día se requieren de 13 a 35 horas para convertir las materias primas en un automóvil listo para funcionar. Se trata de la unión de miles de piezas a través de una cadena de producción que ya cuenta con aplicación totalmente automatizada de procesos como la soldadura de partes metálicas, moldeo de piezas por inyección, pintura y revestimiento de superficies, el montaje y la búsqueda de imperfecciones.

Ver cómo operan y trabajan las líneas de producción puede resultar muy satisfactorio, ya que se trata de la materialización de una perfecta coordinación de un todo, de cientos de piezas y herramientas trabajando para un mismo fin. Sin embargo, el interior de estos procesos no es tan sencillo. El corazón de la industria automatizada es el procesamiento de millones de datos en tiempo real. La información es generada, compartida, analizada e interpretada en cuestión de segundos por toda la maquinaria.

Esta información, permite detectar errores en tiempo real, corregirlos o programar espacios para dar mantenimiento a la maquinaria sin comprometer la línea de producción entera, lo que se traduce en evitar grandes pérdidas económicas.

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