¿La carga extrema afecta la lubricación de mi maquinaria?
Suena lógico: Al invertir en determinada maquinaria o equipo industrial, la expectativa será obtener el mayor provecho posible; es decir, su máxima capacidad de servicio/producción. Sin embargo, existe una delgada línea entre máxima eficiencia y sobrecarga.
Intentar que el equipo haga mucho más de lo que realmente puede manejar es más frecuente de lo que te imaginas.
Pero llevar a la maquinaria más allá de sus capacidades puede generar altísimos costos de reparación, y en su defecto, de reemplazo, implicando en el camino riesgos de seguridad para el personal y costos por inactividad.
Cuando se ignoran las limitaciones, por ejemplo, las grúas probablemente tienen el mayor potencial para causar daños e incluso la pérdida de vidas. Aproximadamente el 80 por ciento de las fallas estructurales, caídas y vuelcos de las grúas se pueden atribuir a la sobrecarga del equipo con materiales pesados.
¿Las consecuencias? Como dijimos anteriormente, van desde lesiones hasta reparaciones costosas e incluso el reemplazo de la grúa, además de los gastos de compensación por cualquier daño que la grúa cause a la carga, al área circundante y por supuesto, a las personas involucradas.
Los equipos de movimiento de tierras, incluidas excavadoras, bulldozers y cargadores, también se pueden forzar más allá de su límite, aunque estas máquinas estén cerca del suelo.
Si la carga es demasiado pesada, las excavadoras y los cargadores pueden volcarse, provocar daños permanentes en las plumas y los brazos y sobrecalentar el sistema hidráulico, lo cual puede ocasionar válvulas rotas y daños en los cilindros.
Las piezas de equipo pesado también se pueden sobrecargar cuando se usan de formas para las cuales el fabricante no las diseñó. Por ejemplo, tratar de superar pendientes pronunciadas mientras se remolca equipo, se empuja tierra o se transporta material puede hacer que el equipo se sobrecaliente y se averíe, especialmente en climas cálidos.
Este abuso puede dejar a las empresas con una factura de reparación importante, sobre todo porque este tipo de mal uso puede anular la garantía.
Gracias a esto, de unos años a la actualidad un requisito crítico en el diseño de maquinaria es la necesidad de protegerlas contra daños y tiempos de inactividad causados por sobrecargas. Los limitadores de par enfrentan este desafío funcionando como transmisiones 1:1 siempre que el par sea inferior a un valor especificado. Cuando el par supera el límite de carga, los limitadores de par funcionan como un embrague para desconectar el accionamiento del sistema en un breve período.
Al desconectar el motor de la carga impulsada, el limitador de par elimina gran parte de la energía de inercia del tren de transmisión, generalmente en un período de tiempo entre unos pocos milisegundos y decenas de milisegundos.
Las aplicaciones típicas de los limitadores de par incluyen maquinaria de embalaje, cintas transportadoras, líneas de montaje, máquinas herramienta, máquinas para trabajar la madera, maquinaria textil, robots industriales, equipos de procesamiento de chapa, máquinas de impresión y conversión, y servoaccionamientos de motores de CC.
Aún con esto, para evitar daños al equipo y reducir el riesgo de lesiones humanas, los operadores deben comprender las limitaciones del equipo y tenerlas en cuenta durante su uso.
La otra opción, muchísimo menos viable y recomendable, es mantenerse preparado para pagar una costosa factura de reparación o un costo de reemplazo, cualquiera de los cuales causará una pérdida financiera adicional debido a los paros de trabajo.
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