Una cultura de lubricación optimiza hasta en 80% la producción

 

Las principales funciones de la lubricación son eliminar el calor y los contaminantes para evitar el contacto dañino entre las piezas que conforman la maquinaria. Una gestión eficaz de la lubricación mantiene al equipo de trabajo en condiciones óptimas, e incluso, puede extender su tiempo de vida útil, y es en gran parte por estas razones que podemos decir que fomentar la cultura de lubricación tiene un alto impacto en la productividad.  

Un sistema de lubricación bien implementado es sinónimo de menos averías, menos pausas en la producción y menos variación entre las piezas; en conjunto, todo esto hace que la calidad mejore, al mismo tiempo que los costos de fabricación disminuyen, la producción aumenta y puede dedicarse mayor tiempo al trabajo de mantenimiento preventivo. 

A pesar de todo esto, actualmente se estima que las empresas industriales destinan hasta el 60% de su presupuesto de mantenimiento para llevar a cabo acciones correctivas. Mucho dinero, ¿verdad? Pero la cifra puede revertirse a favor de la industria cuando se encaminan esfuerzos hacia mejorar la lubricación y el control de contaminación de los aceites, con lo cual se puede optimizar hasta en un 80% el índice de productividad. 

Si bien, es una realidad que los presupuestos de mantenimiento suelen estar bajo presión, bajo la filosofía de hacer más con menos, la lubricación no debería de formar parte de los costos en los que se escatima, incluyendo contar con personal calificado para diagnosticar, prevenir y corregir problemas relacionados con la gestión de lubricación de la maquinaria. 

Contar con un programa de gestión de lubricación, así como con colaboradores profesionales dentro de un plan integral de mantenimiento es una inversión con rendimientos garantizados. Los ingenieros de lubricación cuentan con el perfil necesario para implementar las mejores prácticas y herramientas de gestión adecuadas para que cada máquina reciba exactamente el servicio que necesita, cubriendo cada uno de los siguientes pasos: 

• Optimización de la selección, el volumen y la frecuencia de lubricantes en cada punto de mantenimiento
• Análisis de aceites para identificar patrones de desgaste y desviaciones del funcionamiento normal, la salud del lubricante y los niveles de contaminación existentes
• Implementación de las últimas tecnologías de lubricación industrial, incluidos sistemas de suministro, accesorios de control de filtración y contaminación
• Organización y almacenamiento superior de lubricantes
• Servicios profesionales de gestión de lubricación

Siguiendo las mejores prácticas de lubricación y utilizando las herramientas de gestión adecuadas, puede atacarse a tiempo la causa principal de la falla de origen en los equipos industriales. En consecuencia, la reducción del tiempo de inactividad no planificado y del mantenimiento correctivo ayuda a aumentar la productividad de los activos y del personal que opera los equipos. Además, una mejor gestión de los lubricantes también protege contra riesgos medioambientales y de seguridad e incluso puede reducir los egresos en aceite y grasa.

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