El capital humano es la pieza clave para la competitividad

 

A raíz de los cambios, requerimientos y movimientos obligados que las industrias tuvieron que implementar para sobrevivir a los efectos de la pandemia, están surgiendo nuevos desafíos en torno a la gestión del capital humano.

El principal reto consiste en desarrollar estructuras de trabajo dinámicas e inteligentes, capaces de garantizar el cumplimiento de los objetivos organizacionales sin comprometer el bienestar físico y mental de los colaboradores.

Con la pandemia, los sectores industriales fueron los primeros en responder con estrategias enfocadas en brindar apoyo y herramientas de protección al personal. Empezando por proporcionarles cubrebocas, gel antibacterial y el resto del equipo de protección personal necesario, desinfección constante de las áreas de trabajo y restricción de contacto, así como acompañamiento psicológico y flexibilidad para recibir atención médica en caso de ser necesario, estas medidas implicaron para la mayoría de las organizaciones el descanso de una parte de la planilla y asistencia escalonada.

Estas estrategias reflejan la conciencia que tienen los departamentos de recursos humanos en las industrias sobre la importancia y valía de sus colaboradores, pues son ellos quienes mantienen activas las empresas, son elementos fundamentales para continuar operando y cumpliendo con los compromisos institucionales acordados.

Adaptarse representa afrontar los nuevos retos con herramientas creativas y de base tecnológica. La conectividad a través de internet permite que el personal administrativo labore desde casa, y en conjunto, una estrategia de distribución de turnos promueve una menor concentración de empleados en los espacios de trabajo, con lo cual también disminuyen las probabilidades de contagios.

Desde hace años, la competencia industrial crece día con día. Los avances tecnológicos se traducen en la generación de nuevas herramientas que permiten mejorar procesos, disminuir costos y desarrollar servicios y productos con mayor beneficio para los usuarios.

Mantenerse en el radar del mercado no es cosa sencilla, requiere destacar constantemente de la competencia ante los clientes. Incluso, en las tendencias de mercado recientes ya no es suficiente destacar una sola vez para atraer consumidores; es necesario formar y fomentar una relación más estrecha con cada usuario, a través de la detección de cuáles son los elementos que lo motivan a venir y continuar en la organización, y cómo desarrollar una satisfacción continua de su relación con nuestra marca.

Competir es, en todos los ámbitos, una cuestión de análisis constante. En la industria y los negocios, hacerlo requiere una gran resiliencia, no solo de los altos mandos, sino de toda la organización. A inicios del 2020 la pandemia obligó a todos los rubros industriales a adaptarse, a hacerlo en poco tiempo y a perfeccionar sus medidas sobre la marcha. Esto se ha reflejado en la rápida llegada de la nueva normalidad, con todos los protocolos y medidas que la respaldan, migrando a ella con el conocimiento de que, definitivamente, nada será igual que antes. Por eso, para competir en el nuevo ambiente que se está creando, las estrategias deben basarse cada vez más en el capital humano, pues se trata de los elementos que deben adaptarse antes que nadie y antes que nada, para atender las nuevas necesidades, solicitudes y crear estrategias que respondan rápido y bien a las nuevas exigencias de los clientes. 

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