Mantenimiento de sistemas hidráulicos: el rol clave del aceite hidráulico
En los sistemas hidráulicos industriales, el aceite no solo lubrica: es el medio a través del cual se transmite la energía. Por eso, su calidad, condición y manejo correcto tienen un impacto directo en la eficiencia, confiabilidad y vida útil del sistema. Ignorar su importancia puede provocar fallas costosas, pérdida de presión, desgaste acelerado y paros de producción no programados.
Un sistema hidráulico bien mantenido depende, en gran parte, de un aceite hidráulico adecuado y en óptimas condiciones. Este fluido cumple múltiples funciones: transmite potencia, lubrica componentes móviles, disipa calor y protege contra la corrosión. Para lograr todo esto, debe tener propiedades físicas y químicas estables bajo presión y temperatura, además de una limpieza constante que evite la formación de residuos.
La selección del aceite hidráulico no debe tomarse a la ligera. Aspectos como la viscosidad adecuada (en función de la temperatura de operación), el índice de viscosidad, la estabilidad a la oxidación, el nivel de filtrabilidad y la compatibilidad con los sellos del sistema son críticos para evitar fallas prematuras.
Una vez seleccionado el aceite correcto, el mantenimiento debe enfocarse en preservar sus propiedades durante toda su vida útil. Aquí entran en juego tres pilares fundamentales: control de contaminación, monitoreo de condición y prácticas operativas adecuadas.
1. Control de contaminación
Más del 70% de las fallas hidráulicas están relacionadas con la contaminación del aceite. Partículas sólidas, agua, aire y productos químicos externos pueden degradar el fluido rápidamente. Por eso es esencial:
- Utilizar filtros de alta eficiencia en línea.
- Instalar respiradores con desecante en los tanques para evitar ingreso de humedad.
- Realizar llenado y transferencia de aceite con equipos limpios y herramientas dedicadas.
- Implementar sistemas de filtración offline (kidney loop) en equipos críticos.
2. Monitoreo del aceite hidráulico
Realizar análisis periódicos de aceite permite identificar contaminación, degradación de aditivos, presencia de metales de desgaste o problemas en el sistema antes de que se manifiesten como fallas. Los análisis deben incluir:
- Viscosidad.
- Conteo de partículas (ISO 4406).
- Contenido de agua. Índices de oxidación y acidez.
- Metales por espectrometría.
Este monitoreo permite extender de forma segura la vida útil del aceite, programar cambios de manera óptima y reducir costos de mantenimiento correctivo.
3. Prácticas operativas
El personal encargado de mantenimiento debe seguir protocolos claros de lubricación, asegurando que:
- El nivel de aceite esté siempre dentro del rango recomendado.
- No haya fugas visibles o acumulación de espuma.
- El sistema funcione dentro de los rangos de presión y temperatura establecidos por el fabricante.
- Se registren las intervenciones, cambios de aceite y resultados de análisis para crear historial.
En Lubrite, ayudamos a nuestros clientes a diseñar programas completos de mantenimiento hidráulico, desde la selección del fluido adecuado hasta el muestreo, análisis y filtración. También capacitamos al personal técnico en buenas prácticas de lubricación, con el objetivo de reducir riesgos y maximizar la disponibilidad de equipos críticos.
Recordemos: en sistemas hidráulicos, el aceite no es un gasto, es una inversión en continuidad operativa. Cuidarlo significa menos fallas, mayor precisión en el funcionamiento del sistema y una operación más eficiente.
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