Normativas y Certificaciones en Lubricantes para Sectores Sensibles: Farmacéutico y Alimentario

 

En sectores como el farmacéutico y el alimentario, la seguridad del producto final es crítica. Por esta razón, los lubricantes utilizados en maquinaria de procesamiento deben cumplir estrictos estándares que aseguren que no presenten riesgos para la salud ni contaminen los productos. Las normativas y certificaciones internacionales son fundamentales para garantizar este nivel de inocuidad. 

¿Por qué se requieren lubricantes especiales? 

En estos sectores, existe la posibilidad de que el lubricante entre en contacto incidental con los alimentos o medicamentos durante el proceso de producción. Por ello, se exige el uso de lubricantes grado alimenticio, formulados con componentes que no resulten tóxicos ni alteren las propiedades del producto final. 

Principales normativas y certificaciones 

-NSF (National Sanitation Foundation) 

Clasificación: 

● NSF H1: Lubricantes que pueden tener contacto incidental con alimentos (uso común). 

● NSF H2: Lubricantes sin contacto con alimentos, para equipos auxiliares. 

● NSF 3H: Lubricantes de contacto directo (usualmente aceites usados como desmoldantes). 

Esta certificación garantiza que el producto cumple criterios estrictos de seguridad e higiene. 

-FDA (Food and Drug Administration, EE. UU.) Aprueba ingredientes de lubricantes grado alimenticio bajo los CFR 21 (Code of Federal Regulations). Asegura que los componentes sean reconocidos como seguros (GRAS: Generally Recognized As Safe). 

-ISO 21469 

Norma internacional que regula la fabricación de lubricantes inocuos para maquinaria alimentaria. Evalúa tanto la formulación como las condiciones del proceso de producción, controlando la higiene del entorno industrial. 

-Kosher y Halal Certificaciones exigidas por industrias que procesan alimentos según normas religiosas. Garantizan que los lubricantes no interfieran con prácticas dietéticas específicas. 

Ventajas de utilizar lubricantes certificados 

● Evitan sanciones regulatorias. 

● Reducen el riesgo de retiro de productos del mercado. 

● Mejoran la imagen de marca al demostrar compromiso con la seguridad. 

● Aumentan la eficiencia operativa al minimizar contaminaciones cruzadas. 

● Recomendaciones para la industria 

● Verificar la documentación y certificados actualizados de cada lubricante. 

● Implementar programas de formación al personal sobre el uso correcto de estos productos. 

● Usar un sistema de codificación de colores para evitar mezclas accidentales. 

Es importante reconocer que el cumplimiento normativo en sectores como el farmacéutico y alimentario no es opcional, sino un pilar de la operación segura. Elegir lubricantes certificados según normas como NSF, FDA e ISO 21469 garantiza la inocuidad, protege la reputación de la empresa y contribuye al cumplimiento legal.